miércoles, 22 de diciembre de 2010

Ideas para maquillaje en Navidad

A todas nos gusta brillar como nunca en las fiestas de Navidad, lo cual no tiene por qué significar ir pintada como una puerta y repleta de brillos y lentejuelas de cabeza a los pies. Personalmente, me gusta más la idea de buscar ropa y maquillaje luminosos para estas fiestas, y huir un poco del negro perenne en casi todos los vestidos que sacan las tiendas en esta época.
Lo mejor para estar guapísima en estos días tan especiales es planificar las cosas con antelación, pensar un poquito en lo que te vas a poner y cómo vas a maquillarte y peinarte para que luego no te pillen las prisas. En lo que se refiere a Nochevieja, este año tengo clarísimo lo que me voy a poner, gracias a un regalo de cumpleaños muy especial que me hizo mi abuela este año. Lo cierto es que no suelo comprarme ningún vestido para este día, ya que lo que veo en las tiendas me suele resultar bastante repetitivo. Además, la histeria de la gente por estrenar look en Fin de Año hace que te encuentres la ropa tirada y maltratada, y yo que cada vez tengo menos paciencia para estas cosas, prefiero tirar de mi propio armario o de tiendas vintage a lo sumo.
Lo que todavía estoy mirando es el maquillaje, porque por muy superficial que suene, disfruto como una enana haciendo experimentos con sombras y pinceles, pasando un largo rato delante del espejo hasta que estoy plenamente satisfecha con el resultado (cada uno se divierte con lo que quiere, ¿no?).
Estos son algunos de los maquillajes que he ido recopilando y que pueden funcionar muy bien para estas fiestas:
1. Ahumado jugoso y sofisticado.


Unos ojos bien delineados con eye-liner negro, difuminado en perfecta armonía con sombras de beige a negra, pasando por un intermedio marrón-oscuro-casi-negro con toques metálicos. Unas pestañas de infarto (aunque a mi gusto las de la foto son un tanto exageradas, que cada vez me convencen menos las pestañas postizas) y labios nude como guarnición. Este maquillaje puede ser perfecto para las que os hayáis decantado por el vestido negro más sofisticado.

2. Ojos enmarcados en una bruma metálica amarronada.

Como siempre he tirado más hacia el marrón y el gris que hacia el negro (tanto en la ropa como en el maquillaje) esta imagen me ha servido de inspiración a la hora de prepararme para muchas fiestas. El efecto no es tan drástico como el ahumado en negro (que muchas veces llega a esconder el color de los ojos) pero le da el mismo aire misterioso a la mirada. Si os gusta este look os recomiendo las sombras metálicas en crema de Elizabeth Arden. Hay una marrón clavadita a la que lleva aquí Agyness Deyn y aunque es un poco cara (unos 30€ aproximadamente) os aseguro que sale rentable, porque aunque el frasquito parece enano dura una eternidad (yo la uso todos los días desde hace más de un año y aún me queda más de la mitad) y jugando con la cantidad puedes conseguir una gran variedad de tonos. Además, a pesar de ser en crema es tan consistente que la puedes usar de eye-liner o de lápiz para las cejas (y no, no me han pagado para hacerles publicidad, pero es que como me guste algo tengo que gritarlo a los cuatro vientos).

3. El encanto y la sencillez de Keira Knightley.

Aunque me pega más para un maquillaje de día, el delineado en negro por dentro y fuera de todo el ojo, combinado con una sombra beige muy discreta y unos labios en tono frambuesa le queda de fábula a la actriz. Me parece una opción muy recomendable con un vestido verde oscuro, azul marino, blanco, rojo... Para las que quieran estar impecables y llamativas sin rozar la estridencia.
4. Tonos anaranjados para un aspecto saludable.
Los tonos anaranjados y rojizos no suelen usarse mucho en el maquillaje de ojos, pero descubrí hace poco que son una auténtico diamante en bruto: bien difuminados resaltan los ojos verdes y azules y dan calidez a los marrones. Ideal para las que estéis hartas de ir como viudas a las fiestas.
5. Ahumado en un marrón muy suave.
Ésta es la idea que más me ha gustado, porque enmarca la mirada manteniendo la elegancia y la sencillez. Perfecto para looks clásicos y etéreos.
Obviamente por mucho que te fijes los resultados nunca son idénticos, pero estamos hablando de inspiración, y de que lo que importa es adaptar las ideas a una misma e ir cómoda con ellas.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Diane Keaton y el verdadero estilo masculino.

Se ha puesto de moda el estilo masculino, eso lo sabemos todos. Pero, ¿cómo interpretarlo? ¿Cuál es su mejor vertiente, su mejor inspiración? Para mí está claro: Diane Keaton en "Annie Hall". Un estilo excéntrico que la diferenciaba y favorecía, basado en tres claves básicas: pantalón ancho, chaqueta de tweed y camisa blanca.

Lo que a lo mejor no sabíais es que este estilo era totalmente original de Keaton. Ella se presentó así al rodaje y se empeñó en llevar su propia ropa en la película. En un principio la diseñadora de vestuario se horrorizó con el estilo de la actriz, pero con el apoyo de Woody Allen se dio cuenta de que casaba perfectamente con el personaje y la propia película. Igualmente aparecía en los eventos y las grandes galas con sus trajes masculinos pasados de moda, e inesperadamente acabó convirtiéndose en todo un icono de los años 70. Aun así ya se sabe que para gustos los colores, y si para muchos su estilo era inspirador y divertido, para otros era una aberración a la estética femenina (véase el famoso crítico de moda Blackwell, que la incluyó cinco veces en su lista anual de las peores vestidas).


En realidad, ahora que los aires ahombrados han vuelto con pasión a nuestros armarios, el estilo Keaton sigue sin pegar del todo en la calle. Porque si os fijáis, en las tiendas se encuentran pantalones anchos sí, pero tipo capri o bien ajustados para marcar trasero, combinados con tacones, y en tejidos brilantes. Para encontrar una blazer ancha con buen corte y sin hombreras tienes que recorrer un mundo, las camisas blancas se llevan igualmente apretadas y la gente te sigue mirando raro si llevas un sombrero que no sea borsalino.

Personalmente, me convencen más los aires relajados de "Annie Hall". ¿Cómo adaptarlo para no perder feminidad? Fácil: insinuando, que no marcando. Camisas holgadas y algo abiertas, quizás mostrando los comienzos de un top interior lencero, y metidas por dentro de un pantalón de talle ligeramente alto con cinturón de cuero para no dejar de presumir de cintura. Blazers anchas con las mangas remangadas combinadas con shorts con pinzas. Gabardinas largas y relajadas, pero eso sí, abiertas y con un fular suelto o con botines de cordones. Sombreros de ala media, tipo bombín u hongo, ligeramente ladeados para dar un aire misterioso.

Otra opción son los vestidos largos camiseros o las faldas por los tobillos, bien ajustados con un cinturón y aderezados con toques femeninos: tacones de altura media, guantes, lazos, carteras de mano...

En definitiva, el estilo masculino tendrá sus básicos sí, pero se le puede dar mucho más juego y adaptarlo a las diferentes personalidades de cada uno, pasando de los aires sexys y misteriosos al bohemio parisino, con muchos toques vintage y sombreros y zapatos oxford de guarnición.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Orfeo Negro

"Orfeo Negro" es una película de 1959 dirigida por el director francés Marcel Camus que trata sobre el mito de Orfeo y Eurídice, pero adaptado a los carnavales de Río de Janeiro. Aparte de la historia bellísima y trágica sobre dos amantes condenados por el destino, merece la pena verla por la banda sonora, los actores y, sobre todo, la ambientación.

A pesar de ser de una época en la que el Technicolor estaba recién nacido, no es necesaria más calidad o saturación para apreciar el colorido y la alegría del ambiente. Al ritmo constante del bossa nova, la samba y el jazz, los personajes y la historia se mueven de forma totalmente simbiótica, pasando del aletargamiento al movimiento frenético.


El propio vestuario no puede estar mejor logrado pues, dejando a un lado los disfraces (mucho más clásicos de los que se ven ahora en Río), las mujeren portan unos vestidos de inmejorable corte, con estampados tropicales y colores llamativos, que destacan los impresionantes cuerpos brasileños.
Sin duda una película altamente recomendable a todos los niveles que espero que disfrutéis tanto como yo.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Halloween 2010

Es una lástima que sólo haya dos verdaderas ocasiones para disfrazarse en todo el año. Después de una semana pegando, cosiendo y pintando plumas éste es el resultado:
¿La inspiración? El antifaz veneciano comprado el año pasado en una tienda de juguetes artesanales de Roma. ¿El nombre del disfraz? Halcón veneciano muerto. O un híbrido entre una avestruz y un caballero del siglo XIX, según lo vea cada uno.

domingo, 17 de octubre de 2010

El exotismo de los años 20

En los años 20 entró en auge la inspiración en la cultura oriental: abundantes capas de telas con caída, estampados en tonos chillones, sedas y transparencias en lugares estratégicas, collares extralargos, gorros inspirados en turbantes, plumas... Estas láminas de la época dejan constancia de ello:







Fotos: The Clothes Horse

domingo, 12 de septiembre de 2010

La vuelta con Cynthia Steffe

Llevo mucho tiempo sin escribir ya que he estado la mayor parte del verano fuera (al final ha resultado mucho más entretenido de lo que creía). Espero en cualquier caso que vosotros hayáis tenido unas muy buenas vacaciones y hayáis vuelto con las pilas cargadas.
Lo cierto es que yo no empiezo las clases hasta el 3 de octubre (es lo que tiene no pertenecer al Plan Bolonia), pero la verdad es que ya me pica el gusanillo de recuperar la rutina. Y más si veo colecciones con un estilo tan preppy como la de Cynthia Steffe para Otoño-Invierno 2010.
Lo que más abunda en ella son los vestidos tipo pichi con camisas debajo, calcetines largos y boinas. Algunos tienen toques de sensualidad en forma de transparencias o cuero, pero sin perder nunca el espíritu preppy que domina la colección.


Hay algunos ejemplos de faldas con jerséis, siempre over-size para evitar parecer que llevas el uniforme del colegio.

También ofrece petos y pantalones anchos, combinados con camisas y chaquetas mini de cuero, siguiendo el aire setentero del resto de la colección.



Para este estilo hay posibilidades muy variadas a la hora de abrigarse: parkas para aumentar el "efecto colegiala", abrigos desestructurados tipo capa, o incluso boleros de terciopelo y guantes, para darle un toque más formal y elegante.


¿Os convence la colección, o la véis demasiado "vuelta al cole"?

martes, 13 de julio de 2010

The Great American Pin-Up


El que tu familia dirigiese una imprenta durante varios años puede derivar en que, sin darte cuenta, acabes teniendo un mismo libro dos o incluso tres veces repetido. Resulta que estaba yo rebuscando entre los libros del FNAC cuando me encuentro una guía de la editorial Taschen bastante interesante: "The Great American Pin-Up". Lo cierto es que estas sensuales mujeres nunca han despertado mi especial interés, pero el libro merecía la pena por las ilustraciones que reflejaban la estética de la época. Aunque estaba en oferta, menos mal que no llevaba suficiente dinero para comprarlo, porque al llegar a casa un par de días después, buscando algo que no tenía nada que ver, me encuentro que este libro llevaba años criando polvo en mi biblioteca, concretamente desde que se imprimió en 1996.
Pero dejando a un lado esta pequeña anécdota, quería mostraros algunas de las imágenes que más me han gustado del libro. A pesar de que había varias bastante explícitas, no cae ninguna en la vulgaridad, porque aparte de su evidente sexualidad, llaman la atención porque destacan la belleza de la mujer. Los trajes semitransparaentes, los ligueros, las faldas ligeramente levantadas mostrando la lencería, las pícaras sonrisas de labios rojos... Todo ello me cautivó.
 
He de decir que también queda patente la mentalidad machista de la época, pues muchos de los cuadros representan a las mujeres como objetos sensuales realizando diversos oficios a cada cual de forma más estúpida, pero creo necesario dejar apartado este aspecto, pues los ilustradores de pin-ups realizaban un estilo que, ante todo, destacaba la sensualidad de las mujeres, en unos u otros contextos.
Los primeros ilustradores de los años 20 que ya comenzaban a individualizar este estilo son sin duda los que más me han gustado. La mayoría corren a cargo de Alberto Vargas, una de las claves de la historia de las pin-ups, que empezó realizando acuarelas con un estilo más europeo y delicado que lo que vendría más adelante. Otras preciosas son de Rolf Armstrong (la última imagen), que representan la moda y el maquillaje de una época que personalmente me fascina.

 
  
Hay también algunos grupos de bocetos que tienen casi más encanto que los cuadros completados (estos adjuntos son todos de K.O. Munson).
 

Además de las imágenes algo más modernas con los trajes de baño y la lencería asomando que asociamos más rápidamente con la idea de pin-up.
 

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